domingo, 4 de noviembre de 2018

JARDÍN SECO “EL OLOR DE LA GUAYABA”.

El Jardín seco “El olor de la guayaba” es una instalación artística compuesta por 300 kilos residuales de semilla de guayaba. Sobre ésta superficie de semillas es posible dibujar con ayuda de rastrillos de madera. Esta instalación toma como referente al karesansui japonés (un tipo de jardín seco) en el que se emplea arena gruesa o grava y rocas. En la versión oriental el jardín seco es una forma simbólica que representa el cosmos, simboliza la vastedad de la naturaleza.
 “El olor de la guayaba” surge con la pregunta acerca de la pertinencia de la creación artística en el contexto medio ambiental del presente siglo. A la vez surge, de la relación de mi practica artística y docencia de las artes plásticas. Como artista me planteo como lineamiento base elaborar un proyecto de arte (por lo general instalaciones) a partir de residuos que quedan de mis propias acciones de consumo.
Con esta intención guardé y recolecté las semillas restantes de la preparación de jugo de guayaba de mi hogar; mi propósito, dar lugar a un pequeño lugar dentro del cual pudiésemos dibujar junto con mi esposa y mis dos hijos. 
Con ello observé una posibilidad para explorar el concepto de sostenibilidad en el arte contemporáneo, no desde la práctica de reutilización y reciclaje, que por supuesto están en la instalación, sino desde las posibilidades de interacción que las prácticas artísticas contemporáneas puedan establecer con otras formas simbólicas para sensibilizar a las presentes generaciones con respecto a la responsabilidad sobre la acción de creación artística en la actualidad.
La instalación Jardín seco. El olor de la guayaba reflexiona acerca de la producción y consumo. ¿Cómo pensar la idea de sostenibilidad desde el arte en un sentido ampliado que sobrepase al de reciclaje?¿Cómo las generaciones actuales garantiza que futuras generaciones puedan seguir viviendo y teniendo una vida digna?






No hay comentarios.:

Publicar un comentario