JARDÍN SECO “EL OLOR DE LA GUAYABA”.
El Jardín seco “El olor de la guayaba” es
una instalación artística compuesta por 300 kilos
residuales de semilla de guayaba. Sobre ésta superficie de semillas es posible dibujar con ayuda de rastrillos de madera. Esta instalación toma
como referente al karesansui japonés
(un tipo de jardín seco) en el que se emplea arena gruesa o grava y rocas. En
la versión oriental el jardín seco es una forma simbólica que representa el
cosmos, simboliza la vastedad de la naturaleza.
Con esta intención guardé y recolecté las semillas restantes de la preparación de jugo de guayaba de mi hogar; mi propósito, dar lugar a un pequeño lugar dentro del cual pudiésemos dibujar junto con mi
esposa y mis dos hijos.
Con ello observé una posibilidad para explorar el concepto de
sostenibilidad en el arte contemporáneo, no desde la práctica de reutilización y
reciclaje, que por supuesto están en la instalación, sino desde las
posibilidades de interacción que las prácticas artísticas contemporáneas puedan
establecer con otras formas simbólicas para sensibilizar a las presentes
generaciones con respecto a la responsabilidad sobre la acción de creación artística en la actualidad.
La instalación Jardín
seco. El olor de la guayaba reflexiona acerca de la producción y consumo. ¿Cómo pensar la idea de sostenibilidad desde el arte en un sentido ampliado que
sobrepase al de reciclaje?¿Cómo las generaciones actuales garantiza que futuras
generaciones puedan seguir viviendo y teniendo una vida digna?
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